miércoles, 29 de diciembre de 2010

IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN VIAL EN LA ADOLESCENCIA

Es de gran importancia la formación en seguridad vial en uno de los colectivos que implican mayor riesgo socialmente: los jóvenes, que además serán el grupo objetivo de mi diseño.
La generalidad de los jóvenes, posee algunas capacidades naturales sumamente positivas: se encuentran en la plenitud de su desarrollo físico y sus reflejos operan con gran rapidez, se manifiesta una habilidad innata para la conducción de vehículos pero como contrapartida tienen elementos psicofísicos negativos, en relación al comportamiento del adolescente en el tránsito cotidiano, estos elementos podríamos sintetizarlo en:
    1. Desarrollo mental y madurez:
·           Gran emotividad.
·           Influencia manifiesta del medio en la conducta.
·           Facilidad para iniciar el consumo de alcohol y drogas.
·           Tendencia Competitiva.
    1. Disciplina, control y confianza en sí mismos
·           Época de inseguridad y adaptación.
·           La velocidad impresiona a este grupo y la usa como medio de adquirir falsa preponderancia.
·           Usa la destreza que le confieren sus facultades, para exhibirse e impresionar.
·           Le gusta hacer sentir su presencia y presumir.
    1. Experiencia y exposición al riesgo
·           Hay pericia y experiencia limitadas, que se acrecientan constantemente por nuevos contactos.
·           Permanentes muestras de desafío.

En relación a la seguridad vial los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte en jóvenes de entre 18 y 24 años y una de cada cuatro víctimas en accidente de tráfico registrado en España es menor de 25 años.
Hemos utilizado el estudio 'Los jóvenes en el tráfico para tener una visión en primera persona', este estudio ha sido realizado por el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia (INTRAS) del que extraemos una serie de conclusiones:
Muchos jóvenes realizan conductas arriesgadas en cuanto a la conducción, así un 56% de los jóvenes ha conducido sin tener carné de conducir y la mayoría de ellos admiten haber infringido las normas de tráfico en más de una ocasión.
Las infracciones más frecuentes cometidas por los jóvenes son el exceso de velocidad y saltarse un semáforo en rojo. Además, un 33% de los jóvenes ha sufrido algún accidente de tráfico, mayoritariamente en desplazamientos al trabajo, de día y durante la semana.
Un 44% de los jóvenes españoles que han sufrido un accidente de tráfico se reconoce además culpable del mismo. Y entre las causas de los accidentes: los jóvenes las atribuyen a las distracciones, la velocidad excesiva, las condiciones de la vía, a saltarse un semáforo o stop y al alcohol.
Así, a través de este estudio también se ha podido extraer el perfil del joven infractor: es un varón de unos 24-25 años, que usa frecuentemente el vehículo, que es de su propiedad y que ha conducido antes de tener el carné de conducir.

martes, 28 de diciembre de 2010

Presentación

El tráfico es un fenómeno sociológico que afecta a múltiples aspectos de la vida y de la sociedad. Está presente en muchos actos cotidianos y bien como conductores, viajeros o peatones, todas las personas somos usuarias de las vías públicas. Nos facilita y nos da un gran número de posibilidades; pero es, a la par, una de las principales causas de mortalidad, siniestralidad y discapacidad.
Es uno de los mayores problemas de salud pública tanto en Europa como en el mundo. La OMS considera que cada año los accidentes se cobran la vida de 1,2 millones de personas en el mundo. Las estadísticas relativas a los accidentes de circulación ponen de manifiesto que afectan a todos los sectores de la sociedad y que dependen de múltiples variantes.
El coste social es difícilmente cuantificable, ya que además de las víctimas directas –muertes, enfermedades, discapacidades…- los accidentes tienen un gran impacto emocional en quien los sufre y en el entorno de familiares y amigos, que en numerosas ocasiones requieren tratamientos médicos específicos para superar la pérdida, ven dramáticamente cambiadas sus condiciones de vida también en los aspectos económicos (deben hacer frente a la pérdida de quien soportaba la economía familiar, hacer frente a innumerables gastos…).
Es en relación a las medidas dirigidas al factor humano en las que se sitúa la Educación Vial que implica conseguir el cambio de actitudes desde la clave de tres grandes objetivos: conocer el peligro, saber evitarlo, querer evitarlo.
Ante la necesidad de abordar una problemática tan cotidiana e importante como la que estamos describiendo, surgen actuaciones y entidades que se dedican a actuar desde la prevención para afrontar el problema.
Para poder asumir una tarea de tales dimensiones hay que centralizar las actuaciones, en primera instancia, hacia los principales colectivos de riesgo. En el tema de los accidentes de tráfico estos colectivos de riesgo son: los jóvenes, los mayores, los niños y otros colectivos en riesgo de exclusión social.

MASCOTA